5 claves sobre el uso del irrigador dental

Apostar por una higiene bucodental completa va más allá del cepillado tres veces al día. Esta práctica debe complementarse con otras soluciones, como el enjuague bucal, el hilo dental o el irrigador dental. Desde Gadir Dental te explicamos más sobre este último. ¡Sigue leyendo! 

  • ¿Qué es y para qué sirve?

Se trata de un dispositivo compuesto por un depósito de agua, una boquilla y un mecanismo para graduar la presión del agua. Su función consiste en remover y eliminar los restos de comida que, tras el cepillado, todavía se encuentran entre los dientes y encías. También ayuda a reducir la eliminación de sarro.

  •   ¿Quién puede utilizarlo?

El irrigador siempre suma. Su uso implica una higiene dental más completa, así que puede y debe usarlo cualquier persona preocupada por la salud de sus dientes y encías.

Ahora bien, lógicamente quienes tienen más riesgo o predisposición a sufrir caries, padecen inflamación de encías (enfermedad periodontal) o utilizan implantes, brackets o coronas deberían valorar adquirir y asimilar en su higiene diaria un irrigador dental.

  • ¿Cómo se usa?

La utilización del irrigador es sencilla. Basta con aplicar el chorro durante unos segundos sobre cada diente. Los odontólogos indican que con usarlo una vez al día (preferiblemente antes de acostarse) es suficiente para eliminar todos los restos que se han acumulado durante la jornada.

  • ¿Cuánto cuesta?

Existe una amplia variedad de irrigadores y, por lo tanto, también de precios, aunque los más comunes para uso personal oscilan entre los 30 y los 50 euros. Algunos son portátiles, otros tienen varias boquillas para intercambiar, otros se conectan directamente al grifo del baño…

  • ¿Tiene algún riesgo?

No, salvo tener cuidado con la presión y la inclinación del chorro a la hora de aplicarlo. Si es demasiado fuerte, podría dañar las encías. 

Eso sí, quizás el mayor riesgo sea la falsa creencia de que el irrigador sustituye al cepillado o al uso del enjuague bucal o el hilo dental. Si pruebas el irrigador,  comprobarás que deja una gran sensación de limpieza, pero eso no significa que su uso sea suficiente para una completa higiene bucal. Como hemos dicho desde el principio, se trata sólo de un complemento extra para mejorarla.

Si todavía tienes dudas sobre el irrigador dental o cualquier otro asunto relacionado con tu salud bucodental, recuerda que en Gadir Dental tenemos las puertas abiertas.

¡Te esperamos!

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