Es uno de los dichos más comunes de nuestro idioma: más vale prevenir que curar. En Gadir Dental somos de esa misma opinión, por eso dedicamos esta entrada de nuestro blog a hablarte de un tratamiento que quizás todavía no conoces: el curetaje dental. ¡Sigue leyendo!
El curetaje dental es un tratamiento que sirve, principalmente, para prevenir una futura periodontitis que podría incluso suponer la pérdida de alguna pieza dental. Y todos sabemos que la extracción de un diente debe ser la última opción si antes se han podido aplicar otras medidas.
Concretamente el curetaje dental consiste en la eliminación del sarro y las bacterias que se acumulan en la bolsa periodontal. Se hace mediante un raspado en las raíces de cada diente, uno por uno. Es importante realizarlo a tiempo porque, como te imaginarás, si lo vamos ‘dejando pasar’, la acumulación bacteriana será cada vez mayor.
¿Es molesto?
Sabemos que muchos pacientes sienten cierto miedo o temor cada vez que se sientan en el gabinete odontológico. Es habitual preguntar si el tratamiento es muy molesto, si duele, si se necesita anestesia…
Como ya hemos dicho, se trata de un raspado que se hace con un instrumento llamado cureta (de ahí el nombre de curetaje). Y sí, no lo vamos a negar, la sensación del raspado es hasta cierto punto desagradable, pero cuando se termina se resuelve un problema que, de lo contrario, podría agravarse y ser mucho peor.
Generalmente, el curetaje dental suele realizarse sin anestesia, una señal más de que no causa dolor extremo y solo una cierta molestia que es fácilmente tolerable. Eso sí, el odontólogo que realice el tratamiento tendrá que determinar hasta qué punto se necesitará anestesiar ya que, en los casos más complejos, donde hay una gran acumulación de sarro y bacterias, sí que se opta por anestesiar la zona a tratar. Como decimos, lo común es que no se use anestesia, salvo excepciones.
Además, debes saber que el curetaje no se realiza en una sola sesión, sino en varias. Lo más habitual es dividir el tratamiento en cuatro momentos y, en cada visita, se realiza el raspado a una parte de la boca. Sentir mayor sensibilidad al frío/calor tras el tratamiento es relativamente común, pero esta sensación dura apenas unos días.
El consejo de Gadir Dental
Desde nuestra clínica odontológica te recomendamos que, si el odontólogo considera que la acumulación de bacterias en tus encías requiere un curetaje dental, no dudes en seguir sus pautas. Recuerda que en definitiva su consejo busca, ante todo, prevenir consecuencias peores para tu boca y que, además, el tratamiento es duradero y efectivo en el tiempo.
De todos modos, si tu boca es propensa a la acumulación de sarro y bacterias (suele ocurrir en algunas piezas en específico) lo correcto será que, después del curetaje, se vayan realizando revisiones periódicas, quizás cada seis meses.
Ya lo sabes, pero no nos importa repetirlo. En Gadir Dental estamos siempre, siempre, siempre a tu disposición para cualquier consulta adicional.
¡Te esperamos!