Migrañas, vértigos, cefaleas, parálisis faciales, convulsiones, ansiedad, depresión, síndrome de boca ardiente, neuralgias del trigémino, síndrome del ojo seco, síndrome de Costen, Síndrome de Meniere…múltiples patologías que normalmente no tienen tratamiento se pueden solucionar con estas técnicas.

Estamos pagando las consecuencias de la evolución:

-El crecimiento del craneo para un cerebro mayor ocasionó la reducción del hueso de los maxilares.

-Las arcadas dentarias que antes eran alargadas por el espacio que había, al tener menos longitud la única forma de que entrasen los dientes era ensanchando las arcadas por lo que los dientes se quedan sin sitio.

-La dieta que tenemos hoy en día al ser blanda no se da el desarrollo completo del hueso para albergar los dientes y como no nos cansamos al masticar, nos acostumbramos a utilizar un solo lado de la boca para comer generando mas asimetrías en la boca.

 

Esa falta de espacio para los movimientos masticatorios hace que la mandíbula choque con el maxilar superior comprimiendo muchos nervios que pasan por la zona y generando una gran sintomatología muy variada, que no se suelen relacionar con problemas en la boca.

Tratamiento

El tratamiento se divide en:

-Cambio de hábitos posturales, comer y dormir.

-Ajuste oclusal de los dientes.

-Aparatología equilibradora.

-Cirugía liberadora de espacio.

Según las necesidades individuales de cada caso. Hay que realizar un estudio de su boca para determinar que es lo que precisa.

Sítomas

• Migrañas
• Vértigos
• Cefaleas
• Parálisis faciales
• Convulsiones
• Ansiedad
• Depresión
• Síndrome de boca ardiente
• Neuralgias del trigémino
• Síndrome del ojo seco
• Síndrome de Costen
• Síndrome de Meniere…

Múltiples patologías que normalmente no tienen tratamiento se pueden solucionar con estas técnicas.